viernes, 7 de marzo de 2014

La España de El Cid



Cuando quise, desde mis modestos conocimientos, plasmar en este blog la vida de El Cid Campeador; me di cuenta de que, si alguien quiere saber a cerca de Rodrigo Díaz de Vivar, debe conocer un poco la España en que vivió. Por eso, antes de leer el relato de la vida de El Cid, es muy aconsejable leer las siguientes líneas.


La España que acoge a Rodrigo, segunda mitad del siglo XI, es una España dividida en reinos. En el tercio norte cristianos, los dos tercios restantes musulmanes. Los reinos cristianos eran dos, el de León y el de Pamplona. En el noreste peninsular se habían formado diversos condados, derivados de la antigua “Marca Hispánica”, barrera de territorios que Carlomagno había formado en el sur de los pirineos para frenar el empuje musulmán. Los reinos musulmanes, conocidos como reinos de taifas, nacieron de la descomposición del Califato de Córdoba. La división del califato, hizo perder el poder militar al islam español, cediendo al empuje cristiano. A pesar de ello, todos los reinos de taifas luchaban por heredar la hegemonía de esplendor y riqueza del Califato Cordobés.


El Reino de León comprendía, aproximadamente la actual Galicia, norte de Portugal, Asturias, Cantabria y parte de lo que hoy es el norte de Castilla y León. Se disputaba con Pamplona  parte de Burgos, Vizcaya, Álava y la Rioja. Durante esta segunda mitad del S-XI, Alfonso VI extenderá la frontera del Reino de León hasta el Tajo, gracias a las conquistas de Coimbra, Coria y Toledo.  Por su parte, también de manera aproximada, Pamplona comprendía Guipúzcoa y el norte de la actual Navarra. En cuanto a los condados nacidos de la marca hispánica, Aragón compartía dinastía con el reino pamplonés y comenzará a expandirse hacia los condados de Sobrarbe y Ribagorza. De los condados nacidos en la actual Cataluña; Pallars, Urgell o Ampurias, comenzaba a sobresalir la casa Condal de Barcelona, en torno al eje Barcelona-Gerona-Ausona. De los reinos de taifas, podemos destacar Sevilla, Zaragoza, Granada, Badajoz y Valencia. Debido a la pérdida de hegemonía militar de las Taifas, éstas comenzaron a pagar una especie de impuesto de protección a los reinos cristianos. Este impuesto, llamado Parias, permitía a las Taifas asegurarse el apoyo militar del rey cristiano al que pagaban, ante ataques de otros reyes o condes cristianos, o de otras Taifas. La enemistad entre Taifas, surgía de la pugna que mantenían entre ellas por heredar el esplendor del Califato de Córdoba. Ninguna cedía al control de otra y siempre había la que ambicionaba riquezas o territorios del resto. Por su parte, los reinos cristianos también se enfrentaban entre ellos, bien porque deseaban territorios de otros reinos, bien porque se creían con derechos a determinadas zonas, bien porque defendían a una Taifa del ataque de otro reino cristiano…etc. El caso es que la religión, no era requisito imprescindible para el enfrentamiento ni para la unión entre los reinos peninsulares. Pero todo esto cambió.


Ramiro, primer Rey de Aragón, inicia una expansión de su reino que le lleva a anexionarse diversos territorios pamploneses, aprovechando la muerte del Rey García de Pamplona. Hacia el este, se anexiona Sobrarbe y Ribagorza. Lo siguiente, continuar hacia el sur, donde plazas moras impiden su avance. Graus es su objetivo, pero muere en el intento. Sancho Ramírez, hijo de Ramiro, hereda de su padre, el trono aragonés y su obstinada idea de expansión. Las tropas castellanas del conde Sancho, hijo de Fernando El Magno, rey de León, en virtud del acuerdo de parias, habían ayudado a Al-Muqtadir a vencer en Graus a Ramiro. Esa lección no se le va a olvidar a Sancho Ramírez. Así que, treinta años antes de que se llamara a la Cruzada para reconquistar Jerusalén para el cristianismo, Sancho Ramírez, rey de Aragón, después de pedir el consentimiento al Papa Alejandro, hace un llamamiento a todo el cristianismo para la lucha armada contra el islam. La primera cruzada aparecía así en la historia en 1064. Gracias a esta jugada, ningún reino cristiano puede intervenir, si no es a favor de los cruzados; pero es que además, a la llamada acuden contingentes armados europeos, sobre todo normandos y francos. El conde de Urgell, aliado de Aragón no falta a la cita. También va a acudir el obispo de Vic, con sus huestes. La victoria es para los cristianos. Armengol III, conde de Urgell y cuñado de Sancho de Aragón, queda al mando de Barbastro, en nombre del Rey de Aragón.


Pero los musulmanes, que ya habían usado la fórmula del llamamiento a la defensa de la fe islámica en décadas anteriores, retoman esta idea. El llamamiento a la Yihad es un éxito, la reconquista para Zaragoza de Barbastro se consuma, vuelve a ser mora.


Para los reinos musulmanes la victoria en Barbastro es un espejismo, las rencillas entre ellos no terminan, las parias que pagaban la Taifas a los reinos cristianos las consumen, obligaban a éstas a absorber a Taifas más débiles, a luchar entre ellas por ricos valles, prósperos territorios para financiarse. Continúa de esta manera  la descomposición en la península del poder musulmán. Esto, y el acoso de los reinos cristianos, hizo que algunos reyezuelos musulmanes se pusieran en contacto con Yusuf ben Tashfin, líder de los almorávides, movimiento ultrareligioso musulmán, que se había extendido desde el sur de Mauritania hasta la actual Marruecos. Haciendo un llamamiento a la Yihad, algunos reyezuelos musulmanes del Al-andalus, intentaron, gracias al poder militar almorávide, unir todos los reinos musulmanes para marchar contra los cristianos. Apelando a la fe, los musulmanes hispanos, intentaron dar un vuelco a la situación de hegemonía militar cristiana. La España mora abre la puerta a los almorávides.


Paralelamente, en los reinos cristianos estaba naciendo el feudalismo. Los señores de la tierra, cada vez tienen más poder.

Todo empieza en los inicios de la reconquista. La gente de a pie que vive en el campo, lo hace en condiciones de servidumbre. Al sur, los reinos cristianos están reconquistando tierras, pero éstas, sin colonos, no se pueden ocupar. ¿Quién se va a exponer a trasladarse al sur, a la frontera con los reinos musulmanes? ¿Quién está dispuesto a arriesgarse a sufrir el ataque y saqueo (Razzia) de un contingente moro? Para compensar el riesgo, a estos pioneros se les va a conceder condiciones especiales. Van a ser dueños de la tierra. Estos campesinos, por su condición de fronterizos, serán además guerreros ya que tendrán que defenderse de las razzias moras.

La nobleza militar empezará también a recibir tierras, a cambio de los servicios prestados en combate. No serán los únicos, la iglesia, también se verá beneficiada de la misma manera, gracias a las donaciones. Las tierras entregadas a la nobleza y a la iglesia, necesitarán de colonos. Para atraerlos, se les concederán privilegios especiales, que no gozan en el norte. Los pequeños propietarios, por si solos, no pueden defenderse, ya no sólo de las razzias, si no de señores más poderosos que ambicionan sus tierras. Necesitan de señores con capacidad militar más fuerte. Así, el pez grande se come al pequeño. Para ser defendido por un señor, el campesino ha de pagar un tributo, el cual se consigue mediante las cosechas. El año de malas cosechas, no se puede pagar el tributo…, los campesinos, poco a poco pierden las propiedades de las tierras. Los señoríos comienzan a crecer. Surge el feudalismo.



Nuevas clases sociales intermedias aparecen. Los infanzones y caballeros. Los infanzones eran descendientes de la nobleza, segundones que no habían heredado el título de sus padres. Los caballeros eran guerreros que gracias a su poder adquisitivo, podían permitirse disponer de caballo e instrumental guerrero. De esta manera, pasaban a ser de profesión guerreros. Si conseguían fama en el campo de batalla, el señor podía concederles el estatuto de infanzones (pequeña nobleza). Por méritos en el campo de batalla, el infanzón podía incluso conseguir la dignidad condal.



Muy a grandes rasgos, esta es la España que acoge a El Cid, una España de muchos reinos y condados, una España de muchos condados y reinos.

2 comentarios: