Juan de la Cierva - Federico Cantero

Juan de la Cierva y Codorniu, nació en Murcia en el año 1895. Ingeniero de caminos, canales y puertos, además de aviador, sobresalió como inventor y científico aeronáutico. Sus padres, Juan de la Cierva y Peñafiel y María Codorniu Bosch.
Ya de pequeño muestra su pasión por todo lo relacionado con la aviación, a pesar de ser una industria novedosa. Con 16 años, junto a dos compañeros crea una sociedad a través de la cual, nace un avión biplano con plena capacidad de vuelo.
Autogiro
En 1920, Juan crea el primer autogiro. Del fuselaje de un viejo monoplano, nace este primer autogiro, al que, para convertirlo en tal, le monta dos rotores de cuatro patas contrarrotatorias alrededor de un eje vertical. Por desgracia, no llegó a volar. Resultó que al final, los dos rotores no giraban a la misma velocidad. Esta descompensación hizo volcar el aparato. No cejó en el empeño, intentándolo en dos ocasiones fallidas más. A la cuarta fue la vencida. En 1922 construyó el cuarto prototipo que, en un principio, aunque mejorado por las tres primeras experiencias, no acababa de volar, dando "pequeños" saltos. Los definitivos retoques fueron dados después de experimentar en uno de los mejores túneles de viento de la época, construido por Emilio Herrera en el aeródromo de Cuatro Vientos. Gracias a ellos, en 1923 se consiguió el deseado vuelo. Hubo un quinto autogiro con el que casi se rozaba el éxito a nivel mundial, gracias a exhibiciones y conversiones con empresas. Lamentablemente, todo se truncó en diciembre de 1936, cuando Juan de la Cierva falleció al estrellarse en el despegue el avión en que viajaba, en un vuelo regular Londres-Ámsterdam.

Libélula Viblandi
Paralelamente a Juan de la Cierva, Federico Cantero Villamil, desarrollaba la Libélula española, también conocida como Libélula Viblandi. Federico, nacido en Madrid en 1874, fue ingeniero y por supuesto, inventor y científico aeronáutico. Diseñó y construyó, a lo largo del Duero y algunos de sus afluentes, una serie de presas y saltos de agua destinados a la producción de energía eléctrica. En los años 20 empezó a desarrollar la Libélula, inventando así, el primer helicóptero. En 1935 comenzó a construir lo que podría haber sido, más o menos, el helicóptero tal y como ahora lo conocemos, pero lamentablemente la guerra civil paralizó el proyecto.

Hacemos un alto en la historia. En definitiva, el autogiro es un aeroplano que cuenta con unas alas móviles que giran en relación a la estructura del aeroplano; como las hélices de un helicóptero, pero sin necesidad de motor, debido a la acción del aire con el movimiento. Las hélices que generan el movimiento horizontal, son las convencionales en un aeroplano. La ventaja del autogiro con respecto a un aeroplano es que, gracias a sus alas móviles que lo sustentan, puede volar a velocidades más bajas y puede aterrizar casi de forma vertical. Además, necesita menos pista para el despegue.
Mientras, la libélula de Federico, es muy similar al primer autogiro de Juan, ya que dispone de dos alas móviles contrarrotatorias, gracias a las que puede despegar de forma horizontal. En un helicóptero actual, es el rotor de cola el que evita que la inercia de la hélice horizontal haga girar en sentido contrario al aparato. En el helicóptero de Federico, una hélice contrarresta la inercia que genera la otra.

Autogiro actual
La prematura muerte de Juan de la Cierva paralizó el desarrollo del autogiro. Debido a esto, el diseño de esta máquina ha quedado semi-estancado, utilizándose hoy en día para vuelos deportivos o incluso en labores de vigilancia, eso sí, con nuevos materiales que han mejorado el vuelo. En el caso de la Libélula de Federico Cantero Villamil, quedó estancada debido a la patente del ingeniero ucraniano Igor Sikorsky, que oficialmente, 10 años después, inventó el helicóptero. Eso sí, utilizando la patente original de rotor articulado de Juan de la Cierva. Federico, a pesar del contratiempo que le ocasionó Sikorsky, continuó trabajando en proyectos relacionados con su Libélula, adelantándose con sus trabajos en décadas, al desarrollo de la tecnología aeronáutica en el mundo, creando numerosas patentes relacionadas con el vuelo de helicópteros y otra clase de naves aéreas.

Actualmente, Juan de la Cierva Hoces, sobrino del inventor, a través de Industrias Helicat, está desarrollando una variante del autogiro. El Heligiro. En él, se aunan todas las ventajas de helicóptero y aeroplano; aterrizaje y despegue vertical y gran velocidad.

A continuación dejo un enlace donde habla del proyecto de Heligiro:
http://www.youtube.com/watch?v=rv3xbUD1tWM
















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