Sucedió a comienzos del siglo XVII, Felipe III decreta la expulsión de los moriscos de la Monarquía Hispánica. Entre los años 1609 y 1613, las comunidades sospechosas de no haber abandonado la religión de Mahoma para abrazar a Jesucristo en los diversos reinos hispanos, fueron obligadas a abandonar sus poblaciones de origen con destino, en la mayoría de casos, al norte de África. Unas 300000 personas hubieron de rehacer su vida en una nueva latitud. La marcha de tan experta mano de obra, provocó una crisis económica en aquellas regiones donde los musulmanes habitaban en gran número, especialmente en Valencia y Aragón.
Allá donde el río Bu Regreg se funde con el océano Atlántico, los romanos se hicieron cargo de un asentamiento conocido como Chellah en el año 40 d.C. Abandonado 2 siglos después, tribus bereberes ocuparon el lugar, hasta que el movimiento fundamentalista almohade, llegó a la zona en el s-XII, construyendo una fortificación. Convertida en base de operaciones de incursión contra los reinos hispánicos, los almohades la bautizaron como Ribat al-Fath (Campamento de la Victoria).
Desembocadura río Bu Regreg |
Entre el valle de Los Moros y el valle de Los Cristianos, a 538m de altitud, se encuentra la población natural de los fornacenses, donde a comienzos del s-XVII, el decreto de expulsión de Felipe III que inició una diáspora de musulmanes hispanos, llevó a una importante parte de la población de Hornachos a emigrar al norte de África.
Hornachos |
El carácter independiente de los hornacheros les llevó a aislarse del resto de la comunidad, estableciéndose en la Kasbah, fortaleza interior de la marchita Rabat. La comunidad andalusí quedó afincada en la ciudad amurallada de Rabat, mientras que en la otra orilla, la orilla norte, en un lugar conocido como Salé, o Salé el viejo, vivía una pequeña comunidad marroquí. Las dos comunidades hispanas, no eran bienvenidas por la población autóctona, lo que hacía peligrosas las salidas del recinto amurallado, el cuál comenzó a ser llamado también como Salé el nuevo.
Unos kilómetros al norte, el río Sebú era recibido en su encuentro con el mar por la ciudad de La Mamora. Convertida en reducto de piratas, acabó cayendo en manos hispanas, después de que las tropas españolas conquistaran previamente Larache. Los ejércitos de Felipe III pretendían acabar con la piratería en el Atlántico y proteger así el tránsito comercial. Esta acción, convirtió al puerto de la desembocadura del Bu Regreg, en el único disponible en el atlántico para el sultán marroquí, por lo que puso todo el empeño en potenciarlo; así que hasta allí se dejaron caer las hordas piratas, muchos de ellos, renegados europeos, destacando holandeses gracias a sus conocimientos de construcción naval. Pero pronto los fornacenses se hicieron con el mando de esa ensalada de culturas, y en poco renegaron del sultán, declarando en 1627 la República de Salé, también conocida como la República de las dos orillas.
Grabado que representa Salé a la izquierda y Rabat a la derecha del Bu Regreg |
Jabeque en el s-XVIII, utilizando sus remos. |
El predominio de los fornacenses en las decisiones de la nueva república generó malestar entre los andalusíes, lo que llevó a una disputa interna por el poder. Finalmente se acordó el reparto por igual, tanto de los puestos de gobierno como de las ganancias económicas.
Pronto la república comenzó a tender puentes diplomáticos que les llevaron a establecer relaciones con los Paises bajos y con Inglaterra, llegando incluso a apoyar un desembarco armado contra Cádiz de los ingleses que resultó un fracaso.
Quizás la nostalgia, quizás los desencuentros con la comunidad andalusí, quizás los enfrentamientos contra la población autóctona, o la mezcla de todo, llevaron a los Hornacheros a establecer negociaciones con el duque de Medina Sidonia para entregar la plaza y el armamento a España, a cambio de la vuelta a sus hogares, con una serie de condiciones y garantías. Las negociaciones no llegaron a buen puerto, precisamente por todas las disputas internas, agravadas por la intervención inglesa en apoyo de la población autóctona.
La república de Salé o de las dos orillas, fue marchitándose hasta que finalmente, en 1668 cayó en manos del sultán Marroquí.
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